El pueblo indígena arhuaco (o Ikü) está constituido por cerca de 40.000 habitantes. Su territorio ancestral es la Sierra Nevada de Santa Marta, el macizo montañoso con mayor altura junto al mar caribe. Si bien la cultura arhuaca y su sistema de conocimiento ancestral han sido postulados como patrimonio inmaterial de la humanidad ante la UNESCO, su lengua materna necesita ser reactivada, al igual que las otras 64 lenguas indígenas de Colombia. Los arhuacos (junto con con los kogui, wiwa y kankuamo) son guardianes de una de las grandes reservas de la biosfera, así como de ecosistemas acuáticos y terrestres habitados por miles de especies endémicas de flora y fauna. Sin embargo, estos territorios ancestrales han sido escenario de despojos territoriales y megaproyectos extractivistas, y no cuenta con el apoyo estatal que requiere para su pervivencia.
Este panorama nos anima como colectivo a pensar en soluciones multisituadas e interconectadas para hacer frente a las crisis que atraviesa la humanidad, invitando a “observar con el corazón del mundo” desde el diálogo de saberes entre personas arhuacas, y personas cercanas a la comunidad. El diálogo de saberes, de carácter intercultural e intergeneracional se basa en el método de Investigación Acción Participante IAP propuesta por el sociólogo colombiano Orlando Fals Borda, quien trabajó hombro a hombro con el pueblo arhuaco, en escenarios como la Asamblea Nacional Constituyente (1991).
Ante el incremento exponencial del calentamiento global, la depredación ilimitada de la naturaleza, la pandemia global, el capitalismo y el consumismo desmedido, los conflictos y las guerras fratricidas, la crisis de gobernabilidad, participación y representatividad, creemos como colectivo que caminar y observar el territorio es un modo de conocer y restaurar el espacio/tiempo que nos sustenta. Al abrir nuestros sentidos a las rocas, las aves, los árboles, las quebradas, las lagunas, los cerros y las estrellas, el vínculo con el territorio se renueva. Si en el ejercicio de observación y escucha contamos con la compañía misma de sabedores de pueblos indígenas y de reflexiones y palabras en las lenguas nativas asociadas al territorio que caminamos, puede ocurrir que los saberes ancestrales, codificados en las propias lenguas indígenas, activen los saberes silenciados de nuestros pueblos y ciudades.